La inflación es una preocupación constante que afecta a la economía y a nuestros bolsillos, disminuyendo el poder adquisitivo y complicando la gestión de nuestros ahorros. ¿Te preguntas cómo combatir la inflación de manera efectiva? En este artículo descubrirás estrategias comprobadas y consejos prácticos para proteger tu dinero, maximizar tus inversiones y mantener tu poder adquisitivo frente a la constante subida de precios. Sigue leyendo para aprender a mantener tus finanzas a salvo en tiempos de inflación y asegurar un futuro financiero más estable.
Qué es la inflación y cómo se produce
La inflación es un fenómeno económico que se caracteriza por el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía durante un período de tiempo. Este incremento reduce el poder adquisitivo del dinero, es decir, con la misma cantidad de dinero se pueden comprar menos bienes y servicios. Imagina que tienes en tu banco 10.000 euros con los que hacer tus compras, irte de viaje, etc. Conforme pasan los años o incluso los meses, los bienes y servicios son más caros; eso es la inflación, y por eso este concepto hará que con esos 10.000 euros iniciales puedas adquirir menos cosas.
La inflación puede ser causada por diversos factores, como el aumento de la demanda, los costos de producción elevados, la expansión monetaria excesiva y las expectativas inflacionarias de la población.
Históricamente, la inflación ha sido un desafío constante para las economías, ya que puede erosionar el valor de los ahorros y reducir el bienestar económico de las personas. Entender cómo se produce y cuáles son sus causas fundamentales es esencial para diseñar estrategias efectivas para combatirla.
El interés compuesto de la inflación
Un gran amigo del inversor es el interés compuesto, ese que nos permite reinvertir los intereses, dividendos y, en general, las ganancias de nuestras inversiones, para que también sumen, lo que produce un aumento exponencial y no lineal de nuestras ganancias.
Pues bien, la inflación también juega al mismo juego del interés compuesto. Te lo explico con un sencillo ejemplo: El año 1 de nuestro ejemplo un kilo de langostinos cuesta 10 euros. Al cabo de un año el IPC (Índice de precios al consumo, lo que mide la inflación en España) ha llegado al 3%; es decir, en un año lo que conocemos vulgarmente como cesta de la compra se ha encarecido un 3%. Por tanto, en el año 2 veremos que ese kilo de langostinos cuesta 10,3 euros. ¡Vaya!, necesitaremos 30 céntimos de euro más para comprar el mismo producto. Y esto sólo con ese producto.
Pero aquí viene el gran truco de la inflación. El año siguiente (el número 3) la inflación ha subido otro 3%, por ejemplo. sin embargo, ese incremento no es sobre los 10 euros iniciales, sino sobre el precio del año anterior, 10,3 euros (o del período que corresponda). Así pues, el 3% de 10,30 es 0,309 euros, y como se redondea el tercer decimal, queda en 31 céntimos, por lo que en ese año 3 el precio pasará de 10,30 euros a 10,61 euros.
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Cómo luchar contra la inflación
Luchar contra la inflación requiere un enfoque multifacético que incluya tanto medidas económicas como estrategias personales de inversión. Desde un punto de vista macroeconómico, los gobiernos y los bancos centrales pueden implementar políticas monetarias y fiscales para controlar la inflación. Sin embargo, a nivel individual, es crucial adoptar prácticas que protejan el poder adquisitivo y maximicen el rendimiento de las inversiones.
Una de las formas más efectivas de combatir la inflación a nivel personal es mediante inversiones que superen, al menos en medio punto porcentual, el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Esto implica buscar oportunidades de inversión que ofrezcan rendimientos superiores a la tasa de inflación.
Estrategias de inversión para combatir la inflación
Vamos a lo interesante. Para combatir la inflación es fundamental diversificar las inversiones y elegir activos que tengan el potencial de ofrecer rendimientos por encima de aquella. Esto es algo complicado y lo primero que hemos de tener en cuenta es que las inversiones más seguras serán las que menos rendimiento nos dan, como los depósitos. Por contra, las que más nos interesan son, ¡oh!, cosas de la vida, las más arriesgadas. Pero nadie dijo que invertir fuese sencillo.
Algunas estrategias efectivas para reducir el impacto de la inflación incluyen, aunque no sólo:
- Inversiones en acciones: Históricamente, las acciones han proporcionado rendimientos que superan la inflación a largo plazo. Invertir en una cartera diversificada de acciones puede ser una buena estrategia para proteger el valor del dinero. No obstante, hay que conocer el mercado y estudiar cada acción (empresa). Aquí la inversión se podría dividir entre comprar para ver el valor subir y vender en el futuro, o comprar para obtener dividendos, aunque esto último tiene sus peculiaridades.
- Bienes inmuebles o raíces: La inversión en bienes inmuebles (llamados bienes raíces en hispanoamérica y en el mundo anglosajón) puede ofrecer una protección contra la inflación, ya que los valores de las propiedades y los alquileres tienden a aumentar con el tiempo, si bien también hay que conocer el mercado inmobiliario y la legislación. Por ejemplo, en los últimos años en España la inversión para alquilar vivienda es muy arriesgada por las leyes anti deshaucio y por el enquistado problema de la ocupación ilegal. Quizás sería mejor opción el entorno de los locales comerciales.
- Commodities: Las commodities son las materias primas. Invertir en productos como el oro, la plata, el petróleo y otros recursos naturales, puede actuar como un refugio contra la inflación, ya que estos activos suelen mantener su valor en períodos de alta inflación. La materia prima más utilizada para invertir es el oro, que tradicionalmente se ha considerado un valor refugio, aunque también es interesante revisar el gráfico de la evolución de su precio, que ha tenido ciertos vaivenes.
- Inversiones en mercados emergentes: Los mercados emergentes a menudo ofrecen mayores tasas de crecimiento, lo que puede traducirse en rendimientos que superan la inflación, pero también conllevan ciertos riesgos. Hay que estudiarlos y aconsejarse bien.
Gestión del patrimonio para mantener el poder adquisitivo
Para no perder el poder adquisitivo de nuestro patrimonio es fundamental tener todo el dinero posible invertido en activos que generen rendimientos superiores a la inflación. Sin embargo, ni siempre es factible invertirlo todo ni es aconsejable, pues siempre hay que dejar un fondo de emergencia para mantener cierta liquidez para emergencias y gastos diarios.
Luego tenemos el tema de la diversificación de nuestras inversiones, regla de oro del inversor inteligente, por la cual debemos invertir en diferentes activos y no tener «todos los huevos en la misma cesta». Esto reduce el beneficio total de nuestra cartera, pues habrá activos más rentables que otros, pero nos asegura frente a quiebras. Y por tanto, debemos ver el beneficio medio o la tasa de interés media de nuestras inversiones.
Por lo tanto, es importante calcular el porcentaje de beneficio necesario para vencer la inflación en todo nuestro patrimonio de efectivo. Esta estrategia implica evaluar el rendimiento medio de todas nuestras inversiones y asegurarnos de que, en conjunto, estas superen la tasa de inflación.
Los depósitos bancarios en la lucha contra la inflación
Una de las opciones más generalizadas entre los pequeños inversores y, sobre todo entre los de perfil más conservador, son los depósitos a plazo. Los depósitos bancarios, aunque son una opción segura para ahorrar dinero, generalmente no ofrecen tipos de interés que superen la inflación. Esto significa que mantener dinero en depósitos bancarios puede resultar cierta pérdida de poder adquisitivo a lo largo del tiempo. No obstante, cumpliría la regla de la diversificación (si queremos apurarla al máximo) y nos asegura cierta tranquilidad. No obstante, quienes quieren vencer la inflación de una manera más agresiva suelen considerar otras opciones de inversión que ofrezcan mejores rendimientos, incluso si implican un mayor riesgo.
Fondos indexados y bonos contra la inflación
Los fondos indexados y los bonos ajustados por inflación (TIPS, por sus siglas en inglés) son unas herramientas útiles para combatir la inflación. Paso a mencionar qué son cada uno de estos productos:
- Fondos indexados: Estos fondos replican el rendimiento de un índice bursátil, como el S&P 500. Debido a su diversificación y bajos costos, los fondos indexados son una opción atractiva para los inversores a largo plazo que buscan rendimientos que superen la inflación. Yo tengo parte de mi cartera en fondos indexados y ofrecen ventajas que los fondos tradicionales no, como menores comisiones y estar más ajustados a sus índice de referencia. Los fondos tradicionales han intentado vencer los índices y casi siempre han fracasado.
- Bonos contra la inflación: Los bonos ajustados por inflación ofrecen protección directa contra la misma, ya que sus pagos de intereses y valor nominal se ajustan según los cambios en el IPC. Invertir en estos bonos podría ser una estrategia efectiva para preservar el poder adquisitivo del dinero. Pero hay que estudiar, como siempre, sus condiciones, plazos, etc.
La relación entre salario y la inflación
Ganar un sueldo no siempre garantiza un aumento del patrimonio debido a la inflación. Dependiendo del importe de la nómina y del patrimonio efectivo, el salario puede simplemente servir para mantener el poder adquisitivo frente al IPC. Es crucial considerar el impacto de la inflación al evaluar la efectividad de los ingresos laborales en la acumulación de riqueza.
Ratio nóminas/inflación
Siempre hemos oído que los españoles necesitamos nada menos que 182 días al año para pagar impuestos. Es una verdadera BARBARIDAD. Al margen de lo injusto de esta presión fiscal, podemos utilizar también un ratio parecido para saber cuántas nóminas necesitamos para vencer la inflación a través de nuestro trabajo. Es más bien una medida psicológica que nos podría ayudar a considerar que si con X nóminas hemos vencido la inflación, el resto (al margen de pagar al Estado) es beneficio neto.
Todo depende del patrimonio y de nuestro salario. A mayor patrimonio, más meses necesitaremos para vencer la inflación. Y a mayor nómina, pues menos meses. Si tenemos 100.000 euros y el IPC un año es, nuevamente, del 3%, nuestra pérdida de poder adquisitivo será de 3.000 euros. Si nuestro salario neto es de 1.500 euros necesitaríamos 2 meses para mantener el poder adquisitivo.
No obstante, también hemos de considerar algunas cuestiones. El salario a considerar no es lo que nos ingresan en el banco, sino que lo ideal sería lo que nos queda después de pagar los gastos fijos mensuales; es decir, lo que nos queda en el banco y que incrementa nuestro patrimonio.
Políticas económicas y medidas generales para combatir la inflación
Los gobiernos y bancos centrales implementan diversas políticas para controlar la inflación, tales como:
- Política monetaria: Ajustar las tasas de interés y controlar la oferta monetaria son métodos comunes utilizados por los bancos centrales para influir en la inflación.
- Política fiscal: La gestión del gasto público y la recaudación de impuestos pueden afectar la demanda agregada y, por ende, la inflación.
- Regulación de precios: En algunos casos, los gobiernos pueden imponer controles de precios para limitar el aumento de los precios de bienes y servicios esenciales.
Recomendaciones finales para vencer la inflación
Como podrás imaginar, no hay fórmulas mágicas para vencer la inflación. Ello requiere de una combinación de inversiones inteligentes, gestión eficiente del patrimonio y un entendimiento claro de las dinámicas económicas. Es esencial, por tanto, calcular el porcentaje medio de todas nuestras inversiones que permita que nuestro patrimonio efectivo total supere al IPC. Además, mantenerse informado sobre las políticas económicas y las condiciones del mercado puede ayudar a tomar decisiones financieras más acertadas.
Recuerda que nuestra estrategia de inversión para lograr la libertad financiera pasa, indefectiblemente, por vencer primeramente la inflación. Lo segundo será conseguir esos ingresos extra que nos hagan libres financieramente. Por tanto, adoptar una estrategia integral y proactiva es clave para proteger el valor de tu dinero y asegurar tu bienestar financiero a largo plazo.
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